Logo
Entorno histórico y geográfico
Entorno histórico y geográfico

Entorno histórico y geográfico

El entorno histórico de Mentir es encender fuego

Reino de Asturias

Península_ibérica_año_814.svg

La península Ibérica en el siglo IX

norte peninsular sVIII

El norte peninsular previo a la ocupación musulmana

Nos encontramos en la segunda mitad del siglo IX, la península ibérica se encuentra sometida en su mayor parte al poderío islámico desde que en el año 711 y en tan solo cinco años, tropas musulmanas provenientes del norte de Africa la ocupasen casi en su totalidad. Tan solo el norte resistió tal acometida y tras varios avatares políticos luchas y batallas, surge un reino de asturias, heredero directo del anteríor reino visigodo que se vio desmoronado por la invasión.
Los territorios vascos, especialmente los mas próximos al estado asturiano, que en el futuro conformaran parte del reino de navarra, se hallan en ese momento en continuas disputas con los asturianos, inconformes con su encaje en ese reino.
Tales enfrentamientos no son una novedad, son numerosas las disputas que mantuvo el reino visigodo con los vascones, continuando posteriormente con los distintos reyes asturianos a los que los vascos consideran herederos directos de los reyes godos.
En este escenario llega a la corona asturiana un joven Alfonso III, que nada mas ver iniciado su reinado tiene que hacer frente a conspiraciones que intentan derrocarle, estando implicados varios miembros de su entorno familiar.
Son tiempos convulsos, manteniendo un continuo enfrentamiento con los musulmanes y consiguiendo a lo largo de su reinado afianzar la marca del río Duero como su frontera al sur.
Tanto Alfonso como sus predecesores mantienen una continua hostilidad con el este de su reino, en este caso con los vizcaínos, que aflora intermitentemente con mas o menos fuerza, y que es uno de los argumentos en los que se basan las distintas leyendas que dan origen a esta novela.

Alfonso III

Alfonso III de Asturias. Libro de los Testamentos, catedral de Oviedo


Reino de Alba (Escocia)

Algunos episodios históricos ,son muy útiles a la hora de confeccionar una novela histórica al transformarlos en una especie de puntos a recorrer, como si fuesen rutas en un mapa. Esta novela no es ajena a ese proceder, y es así que en el caso de Mentir es encender fuego, la historia comienza unos cuantos años antes. Lo hace en un territorio muy lejano al vasco o al reino de Asturias, en lo que hoy llamamos Escocia, pero que en las postrimerías del siglo IX se estaba conformando como el que a la postre sería reconocido como el reino de Alba.
En mitad del siglo IX el lider gaélico Cináed mac Ailpín, unificó a los pictos y al pueblo gaélico, convirtiéndose en el primer gobernante de Alba.Dalriada
Tanto Cináed, como su hermano Domnall (que le sucedería en el trono) tienen una breve pero importante presencia en el relato, pues es gracias a sus decisiones que su ficticia hermana, la princesa Siubhan, es desterrada, convirtiéndose en uno de los personajes imprescindibles de la leyenda de Jaun Zuria.
Cináed mac Ailpin descendía de los reyes Dál Riata. Es este un término en gaélico que se refiere un territorio conformado por el noroeste de Irlanda y el sudoeste de escocia, en el que ya en siglos anteriores al relato y en latín, eran llamados sus habitantes Escotos, expresión que se utilizaría durante parte de la Edad media para referirse a los gaélicos de Escocia o Irlanda por igual.
Los avatares que llevaron a convertir a Cináed en rey son de tintes legendarios, y aunque desfilen algunas alusiones a ello muy de soslayo en el relato, no tenían mas sentido en una historia que ya perfilaba bien sus derroteros con el exilio de la princesa Siubhan.
Otra cosa es reparar en ellos dentro de lo que pretende ser esta web, que no intenta solo servir de promoción a la novela, si no que quiere aportar datos que puedan resultar interesantes para los amantes de la historia, las leyendas y de este tipo de literatura.

El padre de Cináed mac Ailpin, que ha quedado para los anales de la historia simplemente como Ailpin (Alpin Ua Áed Finn, en gaélico) conquistó Alba, borrando completamente la cultura picta para liberar el reino de Dál Riata de la dominación picta y establecer un gobierno escoto. Así en el año 834, mientras los pictos hacían frente a los vikingos en el norte, se rebeló contra Óengus II, que reinaba sobre Dál Riada y la Tierra de los Pictos.
Esa rebelión en el sur forzó a Óengus a dividir su ejército en dos enfrentándose a los escotos rebeldes y sufriendo una derrota desastrosa a manos de Alpin. Envalentonado con la victoria, Alpin marchó hacia el norte para atacar la retaguardia del principal ejército picto, pero en esta ocasión los escotos fueron derrotados siendo Alpin capturado y decapitado.
Cinco años después, los pictos aún combatían la amenaza vikinga en el norte, sufriendo una aplastante derrota en el 839. Los vikingos ya habían conquistado y colonizado numerosas islas pictas e incluso Dál Riata había sido atacada y saqueada por navíos vikingos. La brutal derrota a manos nórdicas no sólo acabó con la mayoría de la nobleza picta, incluido su rey, si no que acrecentó la reclamación de Cináed mac Alpin sobre su derechos al trono vacante picto, por ser su madre una princesa picta y sobre su derecho al trono de Dal Riata por la línea sanguínea de su padre, el cual era un miembro de una estirpe que había proporcionado la mayoría de los reyes de los escotos.
Hacia el año 847 Cináed mac Alpin invitó al rey picto Drust Mac Ferach y a los pocos nobles pictos que quedaban después del desastre del año 839, a discutir sus derechos sobre la corona de Dál Riada y la independencia de esta respecto a los pictos.
La leyenda dice que todos los aspirantes al trono de las siete casas reales pictas aceptaron acudir y que en medio de un gran banquete fueron engañados con bebidas y pronto emborrachados. Una vez que estuvieron ebrios, los escotos echaron los cerrojos y los asesinaron.
La ascensión al poder del primer rey de alba está manchada por la intriga y la traición, pero estas son leyendas oscuras y muy posiblemente tergiversadas a lo largo del tiempo por documentos de clérigos escoceses o historiadores eclesiásticos, deseosos de crear una versión afín a la iglesia, pues otro de los logros de Cináed mac Ailpin cuando llegó llegó al poder, fue deshacerse de la influencia de la iglesia de roma del reino de Alba.
La “oficialidad” de la historia es patrimonio de los vencedores… siempre que no lleguen otros a reescribirla.

portrait_gallery_romans_duncan_p0090f

En la Scotish National Portrait Gallery se conservan un conjunto de cuadros del pintor William Hole (1846-1917) donde aparecen numerosos personajes relevantes de la historia de Escocia . En una de ellos aparece Cináed mac Ailpin, considerado como el primer rey del Reino del Alba que gobernó sobre pictos y escotos. Así lo narra la «Crónica de los Reyes de Alba» un texto que se cree que fue escrito hacia el año 1000 y que narraba los acontecimientos que tuvieron lugar en Escocia entre los siglos IX y X. En la obra Cináed mac Alpin se encuentra en el centro con las manos apoyadas sobre la espada y con su nombre (Kenneth, en inglés) sobre su cabeza.


Bizkaia

La defensa del territorio vizcaíno en la Alta Edad Media probablemente se ejercería como en la Edad de Hierro (1.000 a.C. al siglo I a.C.), mediante las familias lugareñas cabeza de linaje, con ciudades amuralladas o simples poblaciones a media ladera a donde retornaron muchos lugareños tras la caída del Imperio Romano Occidental que en su momento los había bajado a las vegas y llanos para mejor controlarlos y conformar el nacimiento de algunas poblaciones.

Estas poblaciones amuralladas servían como defensa del territorio, nombrando un jefe o caudillo, Siempre el más poderoso del momento dentro de las grandes familias, lo que argumentaría en gran parte el sentido de la leyenda de “Jaun Zuria”, al no tener los vizcaínos un verdadero “Señor” o soberano permanente en el lapso de tiempo que transcurre desde la muerte del duque aquitano – vascón Waifre en el año 768 a manos de los francos, hasta la posterior incorporación al reino de Navarra.
Forma este un aspecto muy interesante para explicar la constante no adhesión de los territorios vascos a la causa de los reyes visigodos primero o asturianos después, aunque habría que explicar de manera somera qué era el Ducado de Vasconia.
Se trataba de un territorio que estaría comprendido por el norte desde el curso bajo del río Garoña (sudoeste de la actual Francia) hasta la vertiente sur de los pirineos ya en la península ibérica, y sus límites por el oeste llegarían hasta el territorio de Bizkaia.
Esta entidad territorial se constituiría hacia los años 601– 602 bajo el influjo de los reyes francos merovingios, y ocuparía en su mayor parte el territorio que durante el imperio romano fuese conocido como Aquitania, dentro de la provincia romana de la Galia.Gran-Vasconia
Poblado principalmente por descendientes de los aquitanos, algunos historiadores opinan que se enriqueció con la forzosa emigración de los vascones empujados por los continuos enfrentamientos con los visigodos.
El Ducado de Vasconia es un territorio en el que habita el pueblo vasco, que se asigna a un duque o mando milita r y disfruta de la autonomía que los monarcas merovingios otorgaban a los territorios gobernados por sus oficiales principales, hasta que con el cambio a la dinastía carolingia, pierde su independencia en una guerra que dura 10 años (760-769).

A partir de 769, Vasconia se separa de Aquitania, pero va perdiendo soberanía ante el empuje colonizador y feudalizador de Carlomagno. Estos territorios del sur vascón se empezaron a unir tras derrotar a un ejército de unos 20.000 francos el 15 de agosto del año 778 en la Primera Batalla de Orreaga-Roncesvalles. En esta batalla, un importante contingente de un ejército ligero y veterano habría derrotado a otro desconocedor del terreno y que venía de una campaña contra los musulmanes y el asedio a Zaragoza. Los motivos vascones pudieros ser varios, pero destacaría por un lado la venganza por la muerte de Waifre o la quema de Pamplona, pero ante todo, sería una lucha por mantener su independencia y detener el avance del Imperialismo franco.
La Vasconia peninsular dejó de ser controlada por los duques vascones del norte y en 824, tras la Segunda Batalla de Roncesvalles, Navarra y los territorios al sur del Pirineo se separan definitivamente del Ducado. Surgieron entonces nuevos líderes al frente del territorio documentados en las crónicas francas. Estos cabecillas vascones controlarían el territorio ante los musulmanes y asturianos que pasarían por ser el último reducto «godo».

Tras este paréntesis que solo persigue esbozar en que supuesto entorno histórico nos encontramos, escarbar en los argumentos que pudiesen explicar el sentido de la existencia de un “Señor” en Bizkaia en aquel tiempo, y a falta de nuevos hallazgos que aporten mas luz sobre estos misterios, quizás solo reste permitir que sea nuestra lógica, o la imaginación de cada uno, la que nos haga inclinarnos por alguno de los argumentos anteriormente descritos, o puede que por ninguno.

Fuese cual fuese el origen de Jaun Zuria, su nombre perduraría en el imaginario popular en la tradición oral primero y en la escrita después, convirtiéndose en un mito.

Batalla+de+Vouillé+(507),+entre+francos+y+visigodos,+representada+en+un+manuscrito+del+siglo+XIV.

Al margen de estos aspectos históricos, puede resultar interesante reparar en algunos de los lugares presentes en la novela.

Así pues, tenemos que una de las tramas que mas fuerza cobra en el relato, se desarrolla las aldeas de Finaga y Abrisketa. Estos son los topónimos actuales de dos barrios conformados por caseríos dispersos, situados a media ladera pertenecientes a los municipios de Basauri y Arrigorriaga respectivamente.

La ermita de San Martín de Fínaga (en la imagen tras la celebración de su tradicional romería) ha sido restaurada recientemente, pudiendo visitarse las excavaciones arqueológicas que se efectuaron en su interior y reconocer en sus inmediaciones reproducciones de algunas de las estelas fúnebres que allí se hallaron.

anillos castro Mlamasín (Large)

En la cima del monte Malmasín, muy próximo a Bilbao, aún se conservan las huellas de las fortificaciones del castro que albergó un par de milenios atrás.

Dado que estos lugares están habitados desde tiempos muy anteriores al momento en que se ubica la acción de Mentir es encender fuego, el autor decidió mantener sus nombres y como tales aparecen en la novela.

Como se ha comentado, Fínaga está situado a media ladera del monte Malmasín, en cuya cima aún perduran las huellas de un castro perteneciente al Edad del Hierro. Restos hallados en el entorno de la ermita de San Martín de Fínaga que se encuentra en este lugar, se asocian a una necrópolis del vecino castro. Posteriormente con la ocupación romana los poblamientos en altura como los castros desaparecen y es precisamente en esta época cuando se levanta en este lugar un pequeño templo funerario a cuyo alrededor también aparecen sepulturas de este periodo.

Finalmente con la llegada del cristianismo, ese ara o pequeño templo se transformará en una ermita. Es así que son diversos los restos arqueológicos que fueron hallados en este lugar, como estelas funerarias pre-romanas, romanas o enterramientos medievales con sus respectivos ajuares.

Abrisketa es un lugar muy similar, situado frente a Finaga tras salvar un pequeño valle y a su misma altura.

La ermita de San Pedro de Abrisketa está considerada como el templo cristiano mas antiguo de Bizkaia.

Allí se encuentra la ermita de San Pedro de Abrisketa, considerada el templo mas antiguo del territorio de Bizkaia, posiblemente anterior al siglo X, y que al igual que la de su vecina Fínaga, fueron sufriendo diversas transformaciones a lo largo del tiempo.

Próximo a estos lugares, se explotaron desde muy antiguo y hasta entrado el siglo XX, varias minas de mineral de hierro, lo que cobra sentido en el desempeño del oficio de ferrón, de alguno de los personajes de la novela.

Sepulcro tallado en piedra que permanece a la entrada de la iglesia de Arrigorriaga. Según la tradición, albergó los restos de un Infante asturiano, fallecido en la Batalla de Padura.

Y a los pies de estos primigenios núcleos habitados, entre otros mas que hubiere en las inmediaciones, se encuentra la vega del río Nervión a su paso por Arrigorriaga, o lo que es lo mismo si nos ubicamos en el relato novelesco, en la vega de Padura, donde supuestamente los vizcaínos presentaron batalla a las tropas del rey asturiano.

El sepulcro en su cubierta se encuentra bastante deteriorado, posiblemente por ser profanado. Hoy permanece como testigo mudo de una leyenda que a pesar de todos los aspectos fantásticos y a veces contradictorios, presenta también argumentos como para concederle cierto crédito.

La leyenda nos cuenta que tras la victoria local, un infante hermano del rey perdió la vida en el combate, y allí sobré un pedregal yermo de vegetación en mitad de la vega, se levantaría una iglesia que albergaría los restos del infante muerto.

Este sepulcro se conserva a la entrada de la iglesia de Santa María Magdalena de Arrigorriaga, un tanto deteriorado pues fue profanado por las tropas francesas durante la guerra de la Convención (finales siglo XVIII) y aunque parece ser que los restos humanos hallados en su interior no se corresponderían con la época de la leyenda, si que lo hace la propia tumba por sus características.

En este recorrido por algunos de los parajes del relato y sin salir del territorio de Bizkaia, conviene detenerse en Urdaibai, que es el nombre (aunque no aparece como tal en la novela) de un área natural en la desembocadura del rió Oka, al norte de Bizkaia.

Este es un entorno de gran riqueza natural y paisajística y es precisamente al propio estuario alrededor al cual se aglutina toda esta comarca, donde según narra la leyenda, llegaría aquella princesa extranjera a bordo de un barco y que a la postre se convertiría en madre del primer señor de Bizkaia.

Desembocadura del estuario de Urdaibai desde los acantilados de la península de Santa Katalina En Mundaka.

Lugares como Busturia o Mundaka asoman entre las líneas de «Mentir es encender fuego», en ocasiones para detenerse en la construcción de una casa torre, que bien podría ser la Torre Madariaga en Busturia, otras para deambular algún personaje por los acantilados buscando momentos de introspección, quizá donde está levantada la ermita de Santa Catalina en Mundaka o recorriendo las marismas y extensos arenales que conforma el propio estuario.

Pero hay un lugar entre todos que por su historia tiene una relevancia especial y que por su propia naturaleza se ha convertido en una de las imágenes turísticas por excelencia de Bizkaia. Efectivamente se trata de Gaztelugatxe, un islote unido a tierra por un puente de piedra levantado sobre las rocas que anteriores al actual acceso, emergerían o desaparecerían de la superficie en función de las mareas y el oleaje.

En su cima se encuentra la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, y es este un lugar que al contemplarlo, es sencillo comprender porqué ya desde tiempos muy antiguos tuvo una cierta relevancia para los hombres.

Los orígenes de la ermita se remontan a la alta Edad Media e incluso se valora, que este paraje con un alto valor estratégico conferido por su propia naturaleza agreste, pudo albergar algún castillo o fortificación, pues fueron diversos los episodios de armas que la historia asocia a este lugar. Incluso la propia significación del nombre en euskera»Gaztelugatxe», contempla tal posibilidad (gaztelu = castillo, -atxe = peña).

Al igual que ocurriese en otros lugares similares, se estima que su empleo como lugar de culto se remonta a tiempos muy anteriores a la llegada del cristianismo.

El camino a su cima es espectacular, ascendiendo por una senda de mas de doscientos escalones para alcanzar una atalaya sobre las aguas desde donde se puede contemplar una de las mas bellas estampas de la costa cantábrica.

Y ahora, dando un giro y poniendo rumbo al extremo mas al sur de Bizkaia, nos acercamos al lugar conocido como «Salto del Nervión».

Es así como popularmente se conoce a la cascada que se precipita unos 270 metros al vacío, siendo la de mayor altura de toda la península Ibérica.

El curso de agua que alimenta la cascada es intermitente, desapareciendo en verano y recuperándose con la llegada de las lluvias o en la época de deshielo.salto nervion-

Su encaje en el relato no es nada casual.

Cuenta la tradición de la leyenda, que los asturianos una vez derrotados huyeron hacia el interior del territorio, salvando una vez fuera de Bizkaia la Sierra de Gorobel, o Sierra Salvada, como también es conocida, y que tiene este último nombre su origen precisamente en este episodio aduciendo a que una vez que los huidos se vieron en su cima se sintieron “a salvo”.

La ruta mas sencilla para alcanzar la cima de estos promontorios desde Bizkaia es ascendiendo el puerto de Orduña y es muy cercano este, donde se encuentra el citado salto de agua.

El peso de la propia narración de la novela y de la naturaleza de sus personajes, es lo que provocará que el Salto del Nervión tenga una relevancia muy especial en el relato.